Hace nueve meses comenzamos el trabajo en Fundación Kimntrum y creo que los resultados, en general, han sido satisfactorios. Sin embargo, sería autocomplaciente pensar que no se han cometido algunos errores, de dirección o cálculo, por acción u omisión. Teniendo eso en cuenta, creo que podemos realizar un análisis más equilibrado de nuestros aciertos y errores (lo que depende de nosotros), pero también de las condiciones de contexto. No es mi intención reducir ese análisis a un FODA, sino más bien identificar algún punto central, un hecho o (cuasi) verdad, sobre la que podamos maniobrar como Fundación (con fortalezas y debilidades).
En este sentido, creo que el evento que puede aportar más datos para un análisis fue nuestro “I Congreso en Equidad y Bienestar Social: Experiencias en Inclusión Social”. Para quienes estuvimos ahí, el Congreso tuvo muchas cosas positivas, pero no podemos negar que la convocatoria estuvo muy lejos de la deseada y eso ensombrece (y a mi parecer disminuye) el logro o impacto de todas esas muchas cosas positivas. Claramente, el ingreso económico fue el punto más afectado, en concreto, no solo no se generaron ingresos y el “daño pecuniario” fue bastante alto. Me parece importante destacar que casi todas las fundaciones sufren de falta de financiamiento y tienen que arreglárselas para seguir subsistiendo para lograr su propósito. En ese sentido, cualquier pérdida o “mala inversión” es literalmente un daño.
Por otra parte, la intención de visibilizar el trabajo de la Fundación se vio pobremente satisfecha, aunque recibimos buenos comentarios de los participantes, fueron muy pocas personas las que conocieron en vivo y en directo nuestro propósito. El fin de este primer congreso en particular no fue solamente darnos a conocer, sino que también visibilizar el trabajo de otras organizaciones sociales que desde sus propias visiones intentar mejorar los niveles de equidad y bienestar social.
En cualquier caso, no tuvimos la acogida esperada al llamado de una visión pro bienestar y equidad social basada en evidencia científica. Esto, quizás, da cuenta que desarrollar intervenciones para mejorar los niveles de equidad y bienestar social basados en la investigación, no tienen un espacio en la discusión o el interés público. Dicho de otra forma, parece que había poca agua en la piscina para el piquero que significó el Congreso.
Pero decir que había poca agua equivale a deslindar responsabilidades en otros, lo que no da cuenta de la situación completa, falta definir nuestra responsabilidad. Creer que había agua en la piscina, que la piscina estaba llena, es contradictorio con algo que sabíamos de antes: primero, hay muy pocas intervenciones sociales que se desarrollen a partir de metodologías científicas, segundo, casi no hay intervenciones que además consideren el impacto de la equidad en el bienestar social (e individual). En cierta forma, creíamos que había una especie de realidad oculta que podría conectar con el Congreso, visibilizando la importancia y el apoyo de intervenciones sociales con sustento científico. No fue así.
Entonces, antes de un próximo piquero hay que llenar la piscina, eso es fácil de decir, pero difícil de lograr. Aquí surge, lo que a mi a parecer es una tentación que va contra nuestra misión y propósito, volvernos más atractivos, “comerciales” o “de gusto masivo”. Esto es similar a lo que debe ocurrir con la programación “cultural” en la televisión, se debe volver más vendible con tal de subsistir; en este caso se cambia la forma, pero a mi parecer, en este caso, la forma es tan importante como el contenido o fondo; al final cambiar la forma es un poco (mucho) traicionar el propósito y dar una declaración de derrota frente a esa programación “comercial” que se intenta combatir (aunque algunos dirán complementar).
No es el camino volvernos más comerciales, Fundación Kimntrum no es una organización para que tengamos trabajo creando productos o servicios que se puedan vender bien. Fundación Kimntrum nace con la convicción que el desarrollo e innovación social sustentado en investigación científica es la mejor vía para mejorar los niveles de equidad y bienestar social de nuestro país.
Más arriba decía que las intervenciones sociales basadas en evidencia científica no tienen un espacio y la relación entre la equidad y el bienestar social tampoco ha sido considerada. Pero el espacio para ambas se tiene que ganar siendo fiel y coherentes con sus mismos principios. Relevar la relación entre equidad y bienestar se debe sustentar en evidencia científica y luego las intervenciones se deben basar en esa evidencia observacional para generar evidencia experimental. Eso ya lo estamos haciendo.
Hace un mes publicamos los resultados de nuestra primera encuesta de bienestar laboral del Gran Concepción, pronto publicaremos los resultados de la encuesta de bienestar con la salud y ya estamos recogiendo datos sobre el bienestar relativo al amor y la sexualidad para seguir con el bienestar educacional. En marzo tendremos nuestro primer Seminario en Equidad y Bienestar, de seguro cometeremos errores, pero no los mismos del Congreso. Luego en Julio y Noviembre tendremos los siguientes Seminarios con otros aspectos relevantes para Bienestar y la Equidad.
Generando evidencia, difundiendo estos resultados con la comunidad, iremos llenando la piscina para el II Congreso en Diciembre de este año.