Exitosa intervención LGBT+ sorprendió a penquistas

By Amanda Valenzuela Valenzuela

El 17 de mayo de 1990, hace tan sólo 29 años, la Asamblea General de la Organización Mundial de la Salud (OMS) quita la homosexualidad del listado de enfermedades mentales, un paso importante para la despatologización de las realidades no heterosexuales. Por ello, anualmente se conmemora el día contra la homofobia, lesbofobia, bifobia y transfobia (en adelante en esta columna, LGBTfobia). Cada año, se le da énfasis a un tema en particular, tocando este año el tema de la Justicia y protección para todas las personas[.

En este contexto, la Colectiva TransForma, una organización local de personas Trans, convocó a quienes quisieran participar de una concentración conmemorativa en los Tribunales de Concepción. Así, múltiples agrupaciones llegaron al evento, entre las que encontraba la Fundación Kimntrum. Como Fundación, fuimos a entregar material informativo de conceptos y barreras que deben sortear las personas de la comunidad LGBT+ que quieren acceder a salud, además de realizar un registro audiovisual de la actividad (próximamente disponible). Ahora, puede surgir la pregunta: ¿Por qué una Fundación cuya misión es promover la equidad y bienestar social participó en una actividad organizada por personas LGBT+? Bueno, simplemente porque no existe equidad y bienestar social para este grupo de la población nacional.

Si bien en los últimos años se han hecho avances en la sociedad chilena para reducir la discriminación hacia las personas LGBT+, los actos discriminatorios persisten, desde comentarios en la calle a crímenes de odio. Basta un googleo rápido de nombres como “Nicole Saavedra” o “Carolina Torres” para ver cómo nuestro país sigue violentando los derechos de las personas que no calzan con el ideal de normalidad, con ser una persona cis-heterosexual, cuya identidad de género y expresión de género coinciden con las expectativas que la sociedad pone a su sexo biológico. (Breve recordatorio de que el género y cómo se vive es un tema sociocultural, y no tiene por qué coincidir con la biología). La verdad es que, a pesar de toda la sensibilización y difusión de información, la población chilena continúa presentándose como desinformada sobre las realidades de las personas no heterosexuales, optando por actuar violentamente desde la ignorancia, en vez de informarse. La invisibilización de la temática tampoco ayuda, puesto que lo que no se ve tiende a considerarse como inexistente. Por lo anterior, la existencia de instancias abiertas al público donde se pueda generar diálogo, son altamente valoradas.

De esta forma, el viernes pasado se instaló una mesa con material informativo de las distintas agrupaciones participantes, donde los transeúntes podían acceder al material, y conversar con las personas que se encontraban ahí, quienes además se encontraban entregando el material a lo largo de tribunales. Personas de todas las edades tuvieron la ocasión de resolver dudas y preguntar experiencias, de informarse y conocer. Más avanzada la actividad, la mesa fue utilizada para la realización de talleres de uso correcto de condón masculino y condón femenino.

Por otro lado, en un cordel instalado entre los distintos postes de luz, fueron colgadas fotografías de personas LGBT+. Al reverso, se encontraba escrito en qué contexto habían sido violentadas. Esto atrajo la atención de una parte importante del público. Los medios de comunicación tienden a únicamente transmitir aquellos casos más “emblemáticos”, ignorándose aquellos que se considera que no llamarán la atención del público. Por ello, podían escucharse comentarios de sorpresa ante el número de casos y tristeza de quienes veían la muestra. Desde la organización, el comentario era que no había más fotos porque no quedaba más cartulina, lo cual nos lleva a reflexionar sobre la tremenda cantidad de ataques que sufren las personas LGBT+.

Con una lectura a viva voz del comunicado oficial[, escrito desde las personas autoconvocadas de la organización, y comentarios de quienes quedábamos aún presentes, la actividad finalizó a eso de las 8 de la noche. La conclusión general fue que este tipo de instancias son positivas, y deben seguir realizándose. Por un lado, permiten el acercamiento a personas que no suelen abordar la temática. Por otro, permiten demostrar que las personas LGBT+ existimos, y podemos organizar actividades para todo público. Finalmente, permiten que la gente reflexione sobre la igualdad de derechos entre la población cis-heterosexual y la población LGBT+, y pueda cuestionarse la temática. Y, a fin de cuentas, ese es el objetivo de la sensibilización y visibilización.