No solo de tecnologías se benefician las personas.

By Valeria Campos Cannobbio 

La tecnología ha ido avanzando a pasos agigantados, dando fruto a distintas herramientas que facilitan la participación y autonomía de personas con enfermedades crónicas o con discapacidad (PcD).

Sin desconocer el gran beneficio que han generado estas tecnologías, que van desde un by-pass coronario a la creación de exoesqueletos robóticos que permiten a las personas con discapacidad física realizar actividades como caminar, no puedo dejar de lado el importante rol que cumplen los animales en este ámbito, hasta el momento irremplazable.

El rol de los animales en esta área son diversos, van desde la entrega de apoyo emocional a la ejecución de tareas y toma de decisiones. Dentro de los animales que se utilizan con estos fines se encuentran gatos, aves, conejos, delfines, caballos y perros. Siendo estos 2 últimos los más comunes.

En esta ocasión me gustaría centrarme en los perros, ya que como en general son animales pequeños (comparados con un caballo, por ejemplo) y es fácil poder acompañar a una persona a todos lados (a diferencia de un delfín), tienen la habilidad de ser animales de asistencia y de terapia a la vez.

Bien reconocido es el rol que tienen los perros guía para las personas ciegas, ¿pero conocían el rol de los perros con personas Sordas o con Diabetes, con Trastorno del Espectro Autista o Epilepsia?

El perro guía tiene como función asistir a PcD visual, reemplazando el uso del bastón. El perro es capaz de identificar desniveles, vehículos, dar aviso cuando cruzar la calle, situaciones de riesgo, abrir puertas, etc. Este perro logra no solo entregar la esperada autonomía a las personas ciegas, sino que además brinda compañía. Esto último se hace importante, pues muchas veces la discapacidad va acompañada de aislamiento, y los animales ayudan a disminuirlo.

Respecto a la asistencia con personas Sordas, desde el año 1982 en el Reino Unido existe la Fundación “Perros oyentes para personas Sordas”. El perro “de señal” es entrenado para avisar determinados sonidos, por ejemplo, el timbre de la casa, el despertador, alarmas de fuego, el llanto del bebé, el ruido de la tetera, etc. Además, debido a que la Sordera puede ser una condición que te aísla o excluye del medio, el perro también sirve de apoyo emocional y entrega confianza e independencia

También existe el perro de servicio, que brinda ayuda en el día a día de las personas con movilidad reducida, quienes utilizan silla de ruedas, andadores, bastones, etc. La ayuda que brindan en general es el traer objetos, tirar de la silla de ruedas, prender/apagar luces, cerrar puertas, ayudar a desvestir, etc.

Aprovechando el excelente olfato de los perros, el perro de diabetes es entrenado para detectar cambios en el pH de la piel y el aliento de las personas, pudiendo así dar cuenta der una baja o alza de la glicemia antes de que aparezca una complicación. Existen 2 tipos: Perros de respuesta médica que están entrenados para responder a los signos de una baja de glicemia, una vez que aparecen los síntomas. Muchas veces también aprenden a reaccionar trayendo el kit de insulina o activando una alarma. Y perros diabéticos de alerta, que están entrenados para reconocer cambios en la sangre a nivel químico, lo que permite alertar al cuidador entre 15-20 minutos antes de que los síntomas aparezcan.

El perro de autismo también es un perro de servicio, que presta apoyo emocional a personas con trastorno del espectro autista (TEA). En general, acompañan para disminuir los niveles de ansiedad durante las visitas médicas/dentales, actividades escolares, viajes, etc. También pueden identificar y suavemente interrumpir daños autoinflingidos, como también ayudar a apaciguar colapsos emocionales al apoyarse sobre su dueño o colocándose suavemente sobre su regazo. También ayuda a dormir mejor y a tolerar cambios de entorno.

El perro de epilepsia, al igual que el perro de diabetes, es entrenado para responder frente a una crisis epiléptica. Dentro de las tareas que realiza se encuentra el alertar con el ladrido o activar una alarma, otra tarea que cumplen es el tenderse al lado de la persona con la crisis para evitar lesiones o colocarse entre la persona que está comenzado con una crisis y el suelo, para ablandar su caída y evitar daños

De acuerdo a la Ley 20.025, todas las PcD tienen derecho a ser acompañadas permanentemente por su perro de asistencia, y el poder acceder a cualquier edificio, construcción o espacio de uso público (pública o privada), lo que incluye establecimientos educacionales, centros de salud, centros comerciales, etc. Los usuarios deben asegurar la convivencia sana de su perro con los demás, mantenerlo sujeto, con la identificación visible. Además, debe portar un distintivo oficial.

Otra cosa importante, recordar que el perro de asistencia está trabajando y no siempre es bienvenido el ser acariciado por terceros, por lo que se recomienda siempre solicitar el permiso a su dueño.

Todo esto nos llama a valorar aún más el rol que los animales pueden tener en nuestra vida y el aporte que pueden hacer a las personas con algún tipo de discapacidad. En Chile, esto recién parte y debe considerarse como una buena opción para mejorar el bienestar de las personas que tienen alguna dificultad para acceder o usar tecnologías, como aquellas que necesitan más que lo que las tecnologías pueden entregar.